Me encantaría ser piedra. Así sin sentimientos, sin que ninguna idea que rondase de forma continua mi mente pudiese hacerme sentir el dolor o la felicidad más absoluta. Me encantaría ser piedra y observar sin ser observada, poder presenciar la muerte más terrible y horripilante, y tras esto el momento más dulce y tierno, sin que ninguna de mis extremidades quedase estremecida, sin tener que contener las lágrimas o sin tener que hacer terapia para olvidar.

Sí, sin duda de mayor seré un piedra Fog, como Willy Fog. Viajaré, y recorreré el mundo una y otra vez en menos de 80 días, dejaré que la gente me lleve. Observaré y meditaré cada una de las cosas que el mundo me brinde y me de la oportunidad de presenciar, y llegaré a conclusiones sin tener que sentirme ni bien ni mal por ellas.
Pero como aún no lo soy, y como ''metamorfosearse'' a una piedra requiere demasiada implicación como para ponerse a ello en este momento, me limitaré a seguir dejando que suene el disco de White Lies, y dejaré que cada uno de los sentimientos que, como humana, me hace sentir este conjunto de divinas melodías afloren en mi en forma de lágrimas o sonrisas de felicidad.
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