Hojas secas
Como cuando una hoja seca cae. Así frágil y débil, muy débil. La conexión se rompe. Los sentimientos quedan en recuerdos y poco a poco el viento los borra.
Decir adiós y aprender a no mirar atrás, seguir el camino sin pensar que se quedó todo lo demás.
Las huellas se borran, la gente olvida. Nada, nada une lo que antes fue prolongación.
Las lágrimas que anegaron sus ojos, de ellas, ni rastro quedan. Los abrazos que, con suave delicadeza, acogió su cuerpo se rompieron. Los besos de despedida fueron robados.
El tiempo que transcurría supo poner fronteras, supo derribar fuertes muros de ''indestructible'' amistad destruida, quebrantó sus mundos, invadió sus risas, se llevó las luces.
El tiempo, como un oscuro pasajero más del tren de la vida que viene y va, que quita y pone a su antojo. Construye y destruye. Tiempo cruel.Tiempo cobarde.
La hoja caida reposa sobre el suelo verdoso, fresco por el rocío de la mañana y recién cortado. La hoja frágil entre otras más.
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